Hola
No recuerdo desde cuando me gusta la fotografía. Tenía la paciencia suficiente para pasarme horas imaginando imágenes, cuando algún familiar, se armaba de valor para poner en mis manos un cacharro de esos que podían capturar momentos.
Tuve la suerte de poder entender, entre algunos de esos cacharros, luces y sombras, que la herramienta era la luz.
Me encantaba pasar las mañanas en las habitaciones con luz roja, proyectos, olor a químicos y risas. Un abrazo para todos los que formasteis parte de aquello.
Gracias a la familia, amigos y como no, a María, que hacen que después de 20 años, podamos seguir trabajando cada día, en lo que más nos emociona.
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